Hace poco me acerqué a conocer de qué se trata el Partido Digital acá en Uruguay, porque siendo Ingeniero de Sistemas me muevo dentro del círculo digital claro está. Ese acercamiento al partido, que dicho sea de paso fue mi primer acercamiento a la política, me hizo ver dos aspectos de la democracia que no conocía.
La vieja (y verdadera) democracia
La reglas y maneras de colaborar en sociedad para formar un conjunto de leyes para legislar nació en la ciudad-estado de Atenas, Grecia, que contaba con 300.000 habitantes, 500 años antes del nacimiento de Cristo. Allí se decidió darle la vuelta a lo que en ese momento se había impuesto como la única manera de gobernar.
Fue entonces donde no habían representantes elegidos por el pueblo para hacer todo el trabajo político, ni partidos políticos, ni programas electorales, ni promesas falsas. Solo el pueblo en asamblea, donde cualquiera se postulaba para ser líder y que luego de un análisis profundo los mejores candidatos eran efectivamente líderes. Esos líderes podían proponer leyes que el pueblo en asamblea podía aprobar o rechazar e incluso el mismo pueblo podía proponer leyes para que se vote en asamblea.
De esa manera, las personas decidían cómo se vivía en sociedad, donde alguna vez en la vida te podía tocar ser líder, y por lo tanto todos querían ir a asamblea y ser políticos, ya que su experiencia y aprendizaje podían servir a futuras generaciones.
A eso los atenienses lo llamaban democracia. EL término “democracia” es la unión de dos palabras griegas: demos (pueblo) y kratos (gobierno). Es por esto que democracia significa “gobierno del pueblo”, un gobierno ejercido y controlado por el conjunto del pueblo.
La actual “democracia”
Hoy en día vivimos en gobiernos representativos. Es lo que en aquel entonces en Atenas se decidió dar vuelta.
Un gobierno representativo, donde solo unos pocos deciden el futuro de una sociedad crea inevitablemente posiciones de poder. Y el poder puede caer mal a muchas personas, como se suele decir que alguien se embriaga de poder. Esta actitud frente al poder es parte de la naturaleza humana y si bien siempre hay excepciones, el poder a una persona lo ciega.
Eso que hoy llamamos democracia y que creemos que vivimos en ella está liderada por representantes de determinado partido político que son elegidos cada 5 años por el pueblo. Esos representantes se venden como personas que saben de alguna manera actuar frente a decisiones y supuestamente esas decisiones son las que el pueblo hubiera querido decidir, de ahí que nos “representa”. Pero sabemos muy bien que no siempre es el caso.
Sin ir muy lejos, en Uruguay la ley de interpretación de caducidad ha sido votada en bloque sin tener en cuenta que el pueblo votó de otra manera, y lo mismo con la ley de interrupción del embarazo.
La vieja nueva democracia
Hoy en día nuestra vida cotidiana gira entorno lo que se llama la cuarta revolución. La revolución de la información y de las telecomunicaciones. Internet y la computación ha cambiado nuestras vidas completamente para siempre, para bien o para mal. Depende de cada uno.
Es posible comunicarse con otra persona que esté del otro lado del mundo sin el más mínimo esfuerzo, hay múltiples formas de hacerse oír con las redes sociales e incluso con las mismas redes sociales se puede organizar un conjunto de personas con un mismo objetivo. En este último caso, la red social constituye la herramienta, y las personas son las que le adjudican un uso específico. Para algunos es un mero espacio para mostrarse, otros para opinar de la vida del resto y luego están aquellos que se apoyan en su comunidad de amigos o seguidores para criticar de manera de poder desahogarse.
¿Pero qué pasaría si existiera una herramienta de alcance masivo donde el foco sea tomar decisiones para mejorar la vida en sociedad de la que todos formamos parte? ¿Una herramienta pensada exclusivamente para dejar que las personas interactúen no solo con el fin de expresarse sino también de poder darle forma al país en el qué todos vivimos?
Poder volver a lo que se pensó como democracia en Atenas utilizando las tecnologías de la información y telecomunicaciones es lo que el Partido Digital quiere. Innovación a la orden de la gente para formar una sociedad en la que todos queramos vivir y en la que haya igualdad total.
Partido Digital: La vieja nueva democracia📱🙋
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